No es lo mismo un ciclista profesional que un nadador aficionado, así que cada deportista requerirá una cantidad de agua diferente.
Es buena idea pesarse antes y después del ejercicio para saber la cantidad perdida. Pero la hidratación empieza mucho antes. Por eso, te recomendamos:
- Beber los 2-3 litros de agua necesarios cada día, como cualquier otra persona. – Tomar 500 ml en la hora previa al ejercicio.
- Beber 150 ml cada quince minutos durante el ejercicio, poco a poco. No ingieras grandes cantidades de golpe.
- Reponer los líquidos perdidos en la hora siguiente al fin del ejercicio. Si no nos hemos pesado, hagamos una estimación de unos 300-500 ml. En cualquier caso, hay que beber siempre que se tenga sed, porque es un aviso de deshidratación.